Con el objetivo de establecer la importancia de la realización de las ceremonias eucarísticas, junto con la acción de promover, asimismo, el crecimiento y fortalecimiento de la fe en todos y cada uno de los corazones salesianos, la comunidad estudiantil del Colegio Técnico Industrial Don Bosco vivió la Resurrección de Jesucristo con la Eucaristía de Pascua que se llevó a cabo el lunes 18 de abril.

La Santa Misa, que se desarrolló en el gimnasio techado del establecimiento, comenzó con el ingreso del cirio pascual, junto con la asamblea religiosa y un grupo de estudiantes, quienes, con globos de distintos colores, quisieron simbolizar la alegría con que la CEP celebra el regreso a la vida del Hijo de Dios, luego de derrotar a la muerte y el pecado.

Tras los cantos y respectivas lecturas, en su homilía, el Padre Director, Juan Bustamante Zamorano, afirmó que “esta eucaristía, la más importante del año en nuestra casa, la misa de las misas, es la que nos da a conocer el hecho de la Resurrección. No tendría sentido realizar liturgias u otras celebraciones si no creemos que Cristo ha resucitado. Él está vivo, y eso es un hecho, pero es un hecho que necesita de la fe de nosotros, la cual se debe cultivar y educar a través de su práctica, pudiéndose encontrar con Dios mediante estas ceremonias y también por medio de las oraciones personales. En la comunidad son necesarios estos signos, por eso cuidemos esta eucaristía, la única y más importante que hemos preparado”.

Sin embargo, el P. Juan Bustamante, puntualizó que “una debilidad de esta comunidad y de los cristianos, en general, es la poca calidad que tiene nuestra fe, ya que sólo nos basamos en cosas externas, andamos buscando milagros o necesitamos ver cosas extraordinarias, pero si eso no sucede dentro de nosotros, no lo vamos a creer. Pensaremos mil cosas sobre Dios, viéndolo solamente como un hecho externo. Por eso, les pido que hagamos experiencia de fe, démosle más calidad a la fe, tratemos de entender qué significa en nuestro interior que Cristo está vivo”.

Cabe destacar, finalmente, la participación de los educadores y educadoras, quienes acompañaron a los estudiantes en todo momento. Al concluir la eucaristía y a la salida del recinto, los alumnos recibieron un jugo y un cereal como regalo de parte de la Dirección.

Durante los días domingo 13 y martes 15 de diciembre, un total de 60 familias salesianas recibieron la bendición del Pesebre Navideño por parte del encargado del Área de Evangelización, padre José Chaf Gallardo sdb, quien lideró esta actividad que se lleva a cabo por primera vez y que obtuvo una gran acogida de padres, apoderados y alumnos de la Comunidad Educativa Pastoral.

El padre José Chaf Gallardo, en este sentido, destacó que “producto de la pandemia, la cual ha provocado distanciamiento entre las personas, familia y el colegio, se decidió generar esta iniciativa yendo directamente a los hogares a bendecir los pesebres. Debemos tener presente que con esto también buscamos resaltar el verdadero sentido de la Navidad, que es recordar el nacimiento de Cristo, y por ello, el misterio de fe tan profundo donde Dios se hace uno de nosotros”.

“La recepción por parte de las familias fue de mucha alegría, donde se sintieron muy contentos por la visita y muy agradecidos de esta experiencia que esperan se repita a futuro”, añadió el padre José.

Cabe destacar que este momento fue organizado por los delegados de Pastoral de Padres y Apoderados del Colegio.

Como una tradición que se viene efectuando hace ya varias décadas en Chile, en cada último domingo del mes de septiembre, se realiza el Día de Oración por Chile, instancia donde se ora a Dios por intercesión de la Virgen del Carmen, Reina y Madre de Chile, por la patria y sus habitantes, sus proyectos y necesidades.

La celebración religiosa en el Colegio, que en esta oportunidad se desarrolló el domingo 26 en el Templo Don Bosco, y contó con la asistencia de fieles y apoderados de los cursos 8°básicos B, C y D, tuvo la venerada imagen de Nuestra Señora del Carmen, cedida para la ocasión por la Asociación de Bailes Religiosos Pieles Rojas Pedro De Valdivia. El equipo litúrgico y pastoral del Templo se presentó vestido acorde a los festejos de Fiestas Patrias, lo que otorgó el realce necesario y ambientación típica de este acontecimiento.

La Santa Misa, que fue presidida y oficiada por el Padre Director, Juan Bustamante Zamorano, destacó por “poner en las manos de Dios, un poco más alejados de los festejos civiles y folclóricos de las mismas fiestas patrias, el querer para nuestra patria, lo que necesitamos de Dios para construir un país más cristiano y verdaderamente humano, confiados en que la intercesión de la Virgen María logrará aquello que pedimos con fe”.

En su mensaje reflexivo inspirado en la liturgia de la Palabra, el Padre Juan, comenzó resaltando que “Dios hace una promesa a su pueblo, que también la quiere cumplir en este presente, porque estas palabras que fueron escritas hace siglos atrás, tienen vigencia hasta el día de hoy (…) que en el desierto acampará el derecho y la justicia, y la consecuencia de este nuevo estado será la paz. Y los frutos de la paz serían la tranquilidad y seguridad. Todas actualmente son palabras que hoy nuestro país necesita”.

Además, el Padre Director, agregó que “el pueblo de Dios habitaría, en su proyecto, en barrios seguros y lugares tranquilos. Por lo mismo, podríamos preguntarnos hoy en día ¿cuánto de esto necesitamos en Chile? ¿Qué esquema político o qué tipo de servidores públicos necesitamos para que nos aseguren estos derechos prometidos por Dios? (…). Me atrevería a decir que nuestra nación necesita todo (…) el apóstol Pablo expresaba en la comunidad de Colosas lo que hoy exige el pueblo de Chile, que son el respeto, perdón, compasión, benevolencia, humildad, dulzura y paciencia”.

“Jesús pasó haciendo el bien. Y nos dejó un proyecto de vida exigente, pero posible en el corazón de los que son honestos y de verdad quieren lo mejor para sí y para los demás. El proyecto de las “Bienaventuranzas” es, en el fondo, la descripción misma de Jesús, porque Él es el primero en vivirlas plenamente y sabe que podemos moldear nuestra vida y la del mundo, en torno a este plan de santidad. Si hay que aportar algo a Chile, esto puede ser llevar una vida cristiana más auténtica y actuar en consecuencia y con absoluta trasparencia”, recalcó el Padre Director Juan Bustamante Zamorano, sdb.

La máxima autoridad de la presencia salesiana en Antofagasta, no obstante, manifestó su preocupación por observar un país donde aún se mantienen “leyes sin Dios ni al servicio del bien; injusticias por doquier; corrupción en los más altos niveles de la gestión del país; faltas graves de respeto a las instituciones, autoridades, símbolos patrios, templos y escuelas al servicio de los más pobres; narcotráfico poderoso y tentador que está penetrando incluso a nuestras instituciones de la república; indiferencia religiosa y ateísmo práctico, que relega a Dios a lo mínimo de la vida social; como también el debilitamiento de la familia y del matrimonio, y la aparición de ideologías ateas y materialistas que asoman como derechos humanos o corrientes normales de la modernidad.

A lo cual el Padre Director sostuvo que no hay que desesperarse, ya que “tenemos a nuestra Madre, la Virgen María, a la Eucaristía donde nos podemos seguir alimentado de Dios cada semana y encontrar sentido a lo que vivimos, sacar fuerzas para enfrentar los desafíos que la Patria nos presenta, y también agradecer la presencia de la Iglesia, que a pesar de sus pecados y errores, de sus debilidades y delitos, sigue en pie y abriendo su corazón para el encuentro, para el servicio a los más pobres, para seguir dando una palabra de esperanza a las personas de buena voluntad”.

Tras ello, la homilía prosiguió con el credo, oración de los fieles, presentación de las ofrendas, momento de comunión y acción de gracias, para culminar la ceremonia eucarística especial por Chile con un pie de cueca.

El Colegio celebró el Te Deum de Acción de Gracias para festejar un aniversario más de la nación y agradecer además la presencia de Dios y Nuestra Señora del Carmen en una ceremonia religiosa que se desarrolló en el gimnasio techado el pasado jueves 16 de septiembre ante la presencia de alumnos, docentes y asistentes de la educación.

El momento eucarístico, presidido por el Padre Director, Juan Bustamante Zamorano, sdb, y transmitido vía streaming por el canal Don Bosco, destacó por la solemnidad, respeto por los asistentes y alegres cantos a cargo del coro compuesto por educadores y estudiantes, quienes interpretaron diversas alabanzas para dar realce a este magno evento donde se recuerda la importancia de amar a Chile, venerar al Señor y a la Reina y Madre de la Patria.

Respecto a la presencia de la Iglesia y su relación con el país, el Padre Director sostuvo que “la Iglesia reconoce, enseña y promueve el amor a la Patria y respalda, desde su identidad, múltiples iniciativas al servicio de los más necesitados. Ha desarrollado siempre y desarrolla hoy una inmensa labor en beneficio de los que sufren, en muchos campos como en la educación y en la salud; ayuda permanentemente a todos cuantos padecen de alguna manera de las consecuencias sociales del pecado y ahora de la pandemia. La Iglesia Católica realiza esta misión encomendada por Jesucristo y no precisa del visto bueno de los hombres ni de las encuestas. “La caridad nos urge”, nos enseña San Pablo. Por ello, defender la misión y la unidad de la Iglesia, al servicio del bien común de la Patria, se traduce en vivir muy unidos a Jesucristo: “Sin mí no pueden hacer nada”… El amor exige fidelidad y lealtad siempre y se prueba en el dolor y en el sacrificio."

En cuanto al vínculo del mundo eclesiástico en la educación, el Padre Juan destacó que “La propuesta educativa que la Iglesia ofrece siempre es tolerante, no hay imposición de un pensamiento único. La responsabilidad educativa es demasiado importante para los padres de familia y para el futuro de la sociedad y, por supuesto, para los mismos alumnos –desde la niñez hasta la juventud–, por ello no podemos dejar esta responsabilidad educativa en manos de propuestas ideológicas que desconocen el valor de la familia, del matrimonio, de los valores cristiano-humanistas que están a la base de nuestra historia como país. Habiendo mejorado mucho la situación en el país, todavía contemplamos los bienes materiales repartidos entre unos pocos; los bienes de la cultura encerrados en grupos ideológicos muchas veces intolerantes (…) es muy importante facilitar el acceso a la educación a la gente más pobre y sencilla”.

En cuanto a los valores que deben estar presentes no sólo en la sociedad chilena, el Padre Director, Juan Bustamante Zamorano resaltó que “el país debe meditar con seriedad qué futuro quiere y afirmar el valor de la chilenidad, sentir el orgullo de haber nacido en esta tierra, de una manera muy concreta: promoviendo la unidad entre todos los chilenos. Cultivando una cultura que promueva la institucionalidad y el respeto a las autoridades porque la autoridad – nos enseña San Pablo – “está al servicio de Dios para tu bien”. Exigiendo de sus autoridades y de los ciudadanos el fiel cumplimiento de la ley –a todos los niveles y para todos– sin venganzas y resentimientos, pasiones que tantas veces empequeñecen el deseo de emprender cosas grandes y que tantas veces elimina el deseo de participar en la vida social. “La caridad es la plenitud de la ley”. (…) ya es hora de que Chile sea la Patria de todos. Unidos en una sola familia (…) Levantemos el corazón a Jesucristo, príncipe de la paz (…) por ello, la cultura de la tolerancia y del diálogo será útil y eficiente si la verdad brilla y si al mismo tiempo estos esfuerzos se enmarcan en el derecho que surge de la ley y ésta se aplica con firmeza”.

Por lo cual, para finalizar su mensaje, pidió que “hoy, ante la imagen de la Virgen del Carmen, Reina y Madre de Chile, la madre de todos los chilenos, quisiéramos renovar nuestros buenos deseos de bien para Chile. (…) Le pedimos al Señor, por intercesión de nuestra Madre a la que le rendimos honores en este colegio, que podamos superar los miedos de ser coherentes con lo que creemos, con lo que el Señor nos pide en su Evangelio y lo que tantos y tantas chilenos y chilenas anteriores a nosotros, han tratado de hacer con lo mejor de sí."

La homilía culminó con la bendición del Padre Director, bailes  y temas por parte del coro como una forma de demostrar la importancia de esta actividad, la cual se viene realizando hace ya tres años.

28 estudiantes del Colegio recibieron el sacramento de confirmación, a través de la imposición de manos y crismación por parte de Monseñor Ignacio Ducasse Medina, Arzobispo de la Arquidiócesis de Antofagasta, en el Templo Don Bosco, el viernes 3 de septiembre. Junto a Monseñor Ducasse, le acompañaron los padres Juan Bustamante Zamorano y Enrique Fortin, SDB.

Tras una extensa preparación en medio de la pandemia, los alumnos pudieron completar su formación de iniciación cristiana para así salir fortalecidos en su fe y con los dones del Espíritu Santo, que son la sabiduría, entendimiento, consejo, fortaleza, ciencia, piedad y temor de Dios.

En compañia de familiares, padrinos y madrinas, los estudiantes y todos quienes se dieron cita al santo lugar, fueron testigos de una eucaristía donde vivieron hermosos episodios propios de este especial momento.

El encargado del Área de Evangelización, padre José Chaf Gallardo, destacó que “es una gran alegría que jóvenes de nuestro colegio de forma libre, consciente y voluntariamente digan Sí a Cristo, a su evangelio y a su modo de vida, pidiendo la plenitud del Espíritu Santo. Es un gran desafío, pues implica en nuestros tiempos ir contra la corriente, ser signos de luz y de vida en medio de tinieblas y del descarte de una sociedad individualista, que se mueve sólo en parámetros productivos. Por eso, felicitamos a estos 28 jóvenes y e pedimos al Señor que los acompañe siempre en su itinerario de vida. 

El sábado 3 de julio, en dependencias del Templo Don Bosco, dos alumnos de IV° medio recibieron el sacramento del bautismo y así se incorporaron a la Iglesia como hijos de Dios.

La ceremonia fue presidida por el Coordinador del Área de Evangelización, padre José Chaf Gallardo sdb, quien en su mensaje invitó a los estudiantes Luis Suero Encina de IV°B Metalmecánica y Matw Astudillo Aguilera de IV°D Electrónica, a llevar una vida repleta de luz, fe y esperanza, elementos que caracterizan a cada joven salesiano.

Tras la presentación de los nuevos miembros de la Iglesia a la comunidad, que fue realizada por el padre Chaf, los orgullosos padres y padrinos procedieron a tomarse las fotografías de rigor junto a los adolescentes.

Con las muestras de fe, gozo y esperanza que caracterizan a la familia salesiana, se realizó en este Domingo Santo la eucaristía de Pascua de Resurrección en el Templo Don Bosco, el 4 de abril.

El acto religioso, que marcó el fin del programa de las actividades de celebración de Semana Santa, estuvo presidida por el Padre Director, Juan Bustamante Zamorano sdb.

En la oportunidad, tras las lecturas de los Hechos de los Apóstoles y del apóstol Pablo a los cristianos de Colosas, además del salmo 117, fue proclamado el Evangelio del día, donde se relata el hecho de la resurrección del Señor y la experiencia vivida por las mujeres, las primeras discípulas que tuvieron la experiencia del hecho de no encontrar el cuerpo del Señor.

Asimismo, en la ocasión, el coordinador del Área de Evangelización, padre José Chaf Gallardo sdb, destacó que “las promesas de Dios se han cumplido en Jesús”, a lo que añadió que “la muerte y la resurrección de Jesucristo son las vías de acceso para el encuentro definitivo con Dios”.

Después de la reflexión efectuada por el padre José, se llevó a cabo la renovación de la fe a través del Credo, para continuar la eucaristía con la presentación de las ofrendas de Pan y Vino, la oración y bendición solemne. El Padre Juan concluyó con la bendición solemne a todos los participantes.

Cabe destacar que el Domingo de Resurrección es la fiesta más importante para los cristianos, ya que se conmemora la Resurrección de Jesucristo luego de haber sido crucificado.

En una solemne eucaristía, donde los sacerdotes y acólitos salesianos se revisten de blanco para festejar la Resurrección de Jesús y la victoria de Dios sobre la muerte, se celebró la Vigilia Pascual en el Templo Don Bosco, en Sábado Santo, el día 3 de abril.

La Vigilia Pascual comenzó con la bendición del Fuego Nuevo, a cargo del Padre Director, Juan Bustamante Zamoran sdb, quien a través del Cirio Pascual quiso representar la imagen de Jesucristo resucitado.

Luego, el Padre Director grabó en el cirio la cruz y las letras “alfa” y “omega”, la primera y la última del alfabeto griego, para señalar que Jesús es principio y fin de todo. Grabó también los números de este año (2021), significando que Cristo es el Señor de la historia y de la eternidad. La liturgia continuó con el encendido del Cirio y la breve procesión de los ministros al Templo.

Después de iniciarse con alegría esta eucaristía, se celebró la Liturgia de la Palabra con las  lecturas del Génesis, del sacrificio de Abraham y del Éxodo, que mostraron el amor maravilloso de Dios. Cada lectura del Antiguo Testamento era seguida de un salmo y de una oración realizada por el sacerdote que presidía la liturgia.

Tras la lectura del salmo de Isaías, se encendieron las velas del altar y las luces de toda la iglesia para reflejar el momento en que Cristo vive en medio de su pueblo al son de las campanillas.

Acto seguido, después de la lectura del salmo 117, tuvo ocasión la proclamación del Evangelio que relata el hecho magnífico de la resurrección del Señor. Luego se procedió a la bendición del agua y la renovación de las promesas bautismales, mediante el sacramento del bautismo.

El Padre Director Juan Bustamante Zamorano sbd, destacó en su mensaje que “¡Cristo resucitó! Esta es la gran noticia que queremos escuchar y compartir en esta Noche Santa que estamos celebrando con tanta devoción. Hemos bendecido el fuego nuevo y transformador. Con esta vida nueva que se nos entrega por medio de la Resurrección del Señor, podamos moldear nuestro corazón y vida según sus mandamientos”.

La transmisión, via streaming, contó con cientos de seguidores, lo que se transforma en sí misma en una buena noticia.

En una solemne liturgia, que revivió la agonía y muerte de Jesucristo en la cruz, después de las humillaciones y ultrajes llevados a cabo por los soldados romanos y la multitud, se conmemora la Pasión del Señor en Viernes Santo, el pasado 2 de abril.

El acto litúrgico, que se desarrolló vía streaming en el Templo Don Bosco, se inició con el significativo momento de la postración de los sacerdotes salesianos con el rostro en tierra frente a la cruz, recordando la agonía de Jesús.

Posteriormente, la celebración continuó con las lecturas de la palabra de Dios, momento en que en el Evangelio se relata "La Pasión del Señor según San Juan", concluyendo con la Oración Universal, instancia en que se ora por la Iglesia, por los ministros -obispos, presbíteros y diáconos-, por los fieles, por los catecúmenos, por los judíos, por los que no creen en Cristo, por los gobernantes y por los atribulados. Especialmente en este año, la Iglesia ha instruido orar por los que sufren en tiempos de pandemia, "Para que el Padre Dios conceda salud a los enfermos, fortaleza al personal sanitario, consuelo a las familias y salvación a todas las víctimas que han muerto".

Luego, como signo de veneración y admiración por el amor de Dios hacia su pueblo, tuvo lugar la adoración de la Santa Cruz. El Padre Director, Juan Bustamante Zamorano sdb, quien presidió la liturgia, fue destapando la cruz mientras en cada etapa exclamó: "Este es el árbol de la cruz, te adoramos Cristo y te bendecimos", a lo cual todo el pueblo de Dios respondió "Que por tu Santa Cruz redimiste al mundo", terminando este significativo momento con el beso a la cruz que realizó el celebrante.

Finalmente, se prosiguió con la Sagrada Comunión y la invitación a esperar, junto a María, la llegada de la resurrección, terminando la liturgia sin impartir la bendición, ya que la celebración concluirá con la Vigilia Pascual.

Durante la liturgia el Padre Director, Juan Bustamante Zamorano sdb, llamó a la comunidad a realizar la siguiente pregunta: "¿qué más tiene que hacer Dios para demostrarnos su amor? ¿No nos conmueve, no nos dice nada, que su Hijo Amado haya sufrido y muerto como lo hizo?", a lo que agregó que “a la respuesta que podamos entregar en esta reflexión, sin duda alguna, encontraremos más de algún motivo para convertir nuestro corazón a ese amor inmenso de Dios. Si Él ha hecho mucho más de lo que podamos imaginar, es justo que nosotros podamos hacer algo también para corresponder a ese amor de predilección que tiene Dios por nosotros”.

La solemnidad de Semana Santa continúa este sábado 3 de abril, a partir de las 19:30 hrs., momento en que se da lugar a la celebración más importante del calendario litúrgico:  La Vigilia Pascual, instante en que se conmemora la Resurrección de Jesús. Invitamos a toda la Comunidad Educativo-Pastoral a vivir esta importante celebración uniéndose mediante nuestras plataformas virtuales.

En este Jueves Santo, día en que se da comienzo oficial a las actividades de celebración de la semana más importante para el mundo cristiano y salesiano, los funcionarios de colegio tuvieron la oportunidad de vivir una jornada de reflexión en las distintas aulas de clases, dado el contexto sanitario.

En la oportunidad, directivos, profesores y asistentes de la educación pudieron comentar y conversar en grupos las preguntas sobre los temas que se iban planteando, para luego presentarlas a través de un plenario.

Entre las preguntas que consiguieron la interacción entre los presentes en la jornada destacaron ¿Cómo quiero ser signo de vida y esperanza (resurrección) en mi familia y trabajo?, ¿qué sabemos de Semana Santa?, entre otras inquietudes.

El coordinador del Área de Evangelización, padre José Chaf Gallardo sbd, quien lideró la actividad, explicó que “en esta jornada de reflexión queríamos enfatizar, pese a la crisis sanitario en el que nos encontramos y que a todos nos ha afectado, el hecho de acrecentar en nosotros la esperanza como nos ha pedido el Rector Mayor, y la Resurrección como signo de la misma, de vida, donde la muerte, el pecado y el mal no tienen la última palabra. Fue un trabajo de introspección, de descubrir en nosotros esos signos de esperanza y que puedan crecer en nuestras acciones y actitudes".

La jornada culminó con un acto donde cada trabajador del establecimiento dejó en una cruz de manera los signos que harán del mundo un mejor lugar para vivir el amor de Dios.