En una jornada llena de alegría y gratitud, la comunidad educativa del Colegio Técnico Industrial Don Bosco Antofagasta celebró la Ceremonia de Premiación 2024. Este evento fue un espacio para reconocer los logros de estudiantes y docentes, resaltando los valores salesianos que inspiran a formar buenos cristianos y honestos ciudadanos.
Premiando talentos y virtudes
La ceremonia destacó a estudiantes que brillaron en diversas áreas, reflejando no solo su desempeño académico, sino también el espíritu pastoral que caracteriza la formación salesiana:
- Mejor Rendimiento Académico: Un homenaje a la constancia y dedicación, recordando que el conocimiento es un don que puede ponerse al servicio de los demás.
- Premio Pastoral: Un reconocimiento a quienes, con alegría y fe, han asumido el llamado de ser testigos del Evangelio en su entorno. Estos jóvenes reflejan un compromiso profundo con la espiritualidad y la acción solidaria.
- Premio de Superación y Esfuerzo: Destacando la valentía de quienes han superado desafíos con determinación, un claro ejemplo de que la fe puede iluminar los momentos difíciles.
- Premio ACLE (Actividades Curriculares de Libre Elección): Celebrando los talentos artísticos y deportivos como expresiones de creatividad y fraternidad, pilares fundamentales de la espiritualidad salesiana.
- Premio Espíritu Salesiano: La distinción más integral, otorgada a quienes han demostrado compromiso en áreas académicas, técnico-profesionales, pastorales y sociales, encarnando plenamente los valores de Don Bosco.
El espíritu pastoral de los educadores
Uno de los momentos más significativos fue la entrega del Premio Maestro Inspirador, que reconoció a docentes cuya vocación y amor han dejado una marca profunda en sus estudiantes. Estos maestros no solo enseñan conocimientos, sino que guían con el ejemplo y fortalecen la fe y los valores de sus alumnos.
Un emotivo adiós y un legado imborrable
El evento también fue escenario de un sentido homenaje a la maestra Ana María Alvear Farias, quien culminó 22 años de servicio en la obra salesiana. Su labor no solo transformó aulas, sino también corazones, con una dedicación que encarnó los ideales de Don Bosco. Su despedida estuvo llena de agradecimientos y emociones, dejando un legado que permanecerá en la comunidad.
Un mensaje de esperanza y misión pastoral
La ceremonia concluyó con palabras de inspiración y un llamado pastoral a los jóvenes: ser luz en sus comunidades y construir un mundo mejor con fe, esperanza y amor. Este mensaje se alineó con el Aguinaldo 2024: “Un sueño que hace soñar. Un corazón que transforma lobos en corderos”.
Con este evento, el Colegio Don Bosco Antofagasta reafirmó su compromiso de formar personas íntegras, guiadas por la razón, la religión y el amor, fortaleciendo la fraternidad y el espíritu de servicio que caracteriza la misión salesiana.